Describir la noche del sábado 29 de marzo, sería remontarme a un boon de taquilla (Saturday Night Fever). El público empezó a moverse de sus asientos cuando Kathia sacó de su bolso un USB, conteniendo una increíble clasificación de música disco, según nos cuenta, seleccionada para esta ocasión y fue así que empezó el GRAN SHOW, ji,ji, el mejor bailarín se animó (Edgar), cuando escuchó un clásico de Tina Charles -- Dance little lady dance, allá por los `70. Su gesto, su movimiento, era el mejor para Gisella Valcárcel, perdón, ja, ja, para nosotros, seguido por un efusivo compañero que no sólo imitaba, sino también adornaba la reunión, este personaje alcanzó aplausos y admiración, cuando tocaron MOSCÚ (qué físico, que aguante), ji,ji un mano a mano con Kathia, la bailarina del año, ambos dando brincos mágicos, la, la, la…¡Moscú!
¿Los tengo intrigados? ¿Quién es el personaje?
SIMÓN, el gran varón (no, no de Willy Colón), él llegó acompañado de Toyita (esposa) y recargado de frases célebres. Síii!!, aquellas que ustedes conocen… una joyita (grrr!!)
No podemos olvidarnos de Gustavo, al principio muy callado (comprendimos el silencio), pero la música era contagiante y al ritmo del disco la sinfonía volvió, yo creo que fue cuando Edgar dejó la pista (el caballero tenía que retirarse), fue Pavito Real quién ocupó su lugar, la música sonaba bien y así, calladita, muy silenciosa, pero emocionada Jannet C. se paró a bailar, ella arrancaba emocionada, con los “patines” sobre rollers, alcanzando gran ovación. Y qué decir de un tranquilo Iván, quien se animó con pasos marcados y con estilo, todo un señor. Pero, quien nos dejó admirados y se transformó al escuchar Salsa diciendo que en el Callao se goza mejor con la música de Héctor Lavoe, fue Dante quien tuvo una excelente presentación. Señores, esto no queda aquí, después de la tremenda atención Patricia Robledillo se animó a bailar y trajo desde Brasil, ja, ja, un clásico, la sala de su casa se convirtió en una pista de baile y de brillo (con las luces de discoteca, prestadas por sus niñas), y mire usted, con una tremenda lambada, pero para ello tenía que buscar pareja, los chicos no se levantaban ni el esposo, así que con Kathia se animaron y empezaron no sólo a bailar, también a cantar: Chorando se foi quem um dia so me fez chorar. Chorando se foi quem um dia so me fez chorar… Ja, ja, ja, llorando quedamos “algunos” cuando no podíamos más, ja, ja, ja, sin físico, sin entrenamiento, y es que así quedé, después de creer que la pista era para mí. ¡Chicos bailé break dance! Cómo dejar pasar esa música y si creen que sólo un poquito: ¡NO! Recordando el ayer, contando los desafíos y reto con los chicos del barrio en el pasado, visualizando las grabadoras en mano y cintas parchadas. Y Gustavito calladito decía: "nosotros sacábamos corriente del poste" jaaaaaa!!
Janet Castillo, llegó, nos acompañó, se animó a moverse un poquito, y así, con pop, salsa y rock tratamos de poner alegría a todo, pero si creen que acá acabó todo? ¡No! Este relato tiene para rato, no me cansaría de contarles cada instante de nuestra fiesta, pero como todo tiene su final, nos vemos, hasta una próxima, no dejen de soñar!!
Ahhhh!!!!! No quiero dejar de mencionar a Patricia H. quien nos llamó desde USA, difícilmente podíamos escucharla, pero dejó muchos saludos para todos, recordando siempre el bailecito en su última visita: Juana la Cubana, ja, ja, pidiendo que a todos les llegue el saludo y Manuelitoooo, quien como siempre llegó puntual, pero, tristemente nos tuvo que dejar, no dependía de él, tenía algunos compromisos, pero fue un gusto verlo, siempre contento, siempre atento (te llevaste todo Manuelito!!!).
Realmente, una gran noche, disfrutando no sólo del pollito y chanchito al cilindro (riquísimo y esa ensaladita de ingredientes secretos), sino de una hermosa FAMILIA, nos sentimos tan felices, tan unidos, tan de confianza de poder compartir este momento tan especial con su esposo e hijitas (repartieron los sombreritos para animar la reunión), realmente no lo vamos a olvidar (otra, otra, Robledillo otra!!).
Sólo quiero que sepan, que así no podamos vernos todos, no me cansaré de narrar cada momento, porque de esta forma también se puede compartir, abrazar a los AMIGOS ocultos, distantes, separados.
Para mí, los compañeritos de mi primera escuela, están siempre ahí, jamás se fueron, vamos descubriendo y revelando tantas cosas (problemas, ausencias, tristezas, pérdidas, enfermedades), pero no estamos solos, nos contenemos, siempre atentos, vigilantes… ¡DIOS LOS BENDIGA!
La VIDA tiene su recompensa en el camino de los problemas.
¡Sigamos uniéndonos Amigos Sanfabianos!
Este mensaje no está ni etiquetado ni compartido, sólo lo tengo como testimonio en mi muro, y esto que lo lean mis amigos, mi familia, y es que los buenos AMIGOS son para toda la VIDA, en muchas ocasiones ocupan el lugar de una FAMILIA.
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