REENCUENTRO CON OLIVOS JORGE!

Emociona sigo, y es que a pesar de las bromas y las fotos, se me hace un nudo en la garganta escribir de mi colegio, de mi primera escuela, nuestra casa grande. En donde una parte de nuestro ser se quedó y de vez en cuando hay que venir a buscarla. No para tomarla y llevártela, sino para reunirnos y darnos cuenta que quizás ya no somos los mismos, pero hay algo, algo que nos retorna. Y es así, que todos deseamos regresar por el mismo camino, cuántas veces habremos pasado mirando de reojo nuestro colegio SAN FABIÁN, cuántas otras nos hemos encontrado (en el mercado, en la calle, en la Iglesia) con algún compañerito y no lo hemos reconocido, ja,ja,ja ó quizá sí, pero cómo pasarle la voz, la facha que traigo, será ó no será? Nuestro físico, nuestro aspecto es otro, pero en el fondo no hemos cambiado nuestro espíritu de niños. Hemos reflexionado, estoy segura, hemos valorado lo mejor que tuvimos, hemos abierto nuestro baulito de recuerdos, sabiendo que ya no habrá recreo, ni juegos, ni tareas. Pero, nos dejó un recuerdo perpetuo, perdurable, un legado sagrado: Nuestra bendita AMISTAD, esa que la demostramos con pureza e inocencia aún, porque los ojos nos brillan, la emoción nos embarga, el corazón nos late a mil.

Cada encuentro es un REENCUENTRO. Al principio la lista era chiquita, hoy es una realidad, somos muchos los alumnos que vamos diciendo: ¡PRESENTE PROFESORA! Han tenido que transcurrir casi 40 años para que esa promesa de volverte a ver suceda. Cura nuestras penas, hacemos mágico el ambiente, nos apoyamos emocionalmente. Un intercambio constante de historias y de bromas.

Qué honor tener amigos como Gutiérrez quien te visitó en Chile, nos trajo saludos y una promesa, tú, el mejor de los regalos, motivo a que nos preparáramos, la lista aumentaba y es que llegaste Olivos, frente a nosotros estabas COCO, un compañerito inteligente, entrañable, educado, un caballerito, alumno del San Fabián.
Conmovedor, gracioso, inspirador, lleno de júbilo, siempre detrás de la PC, aplaudiendo cada encuentro, motivando a que escriba, que cuelgue fotos y prometiendo venir en algún momento y se dio, tuvimos el honor de recibirte. Por motivos de trabajo, pasas por Lima y nosotros felices, tratando de ocupar ese pequeño tiempo en horas, tratando de que se haga eterno todo.

Los sueños se cumplen, verdad?
Con mucho agrado y emoción te hemos abrazado amigo COCO, qué HONOR.
En esta historia no hay baile, no hay pista, pero sí mucha VIDA, mucha alegría, por eso quiero darle gracias a Dios por tu venida.

¡GRACIAS OLIVOS PACCINI JORGE! ¡GRACIAS DE CORAZÓN POR BUSCAR A TUS AMIGOS SANFABIANOS!

Agradecemos el cariño sincero de tu familia y lo damos por integrados a nuestro grupo. Gracias a Kathia (tu esposa) por los regalitos que endulzan nuestra vida (deliciosos!!).

¡HASTA JULIO COCO! ¡EL COLEGIO SAN FABIÁN, TU PROFESORA Y TODOS NOSOTROS TE ESPERAREMOS SIEMPRE!

15 de mayo