Simón Lévano (Alberto Calle Lévano)

Sus primeras palabras, en el reencuentro con los Amigos sanfabianos, fue una confesión:

 "Yo tiré esa piedra no fue Pedro Pablo". 

Jannet Calderón llevó en su memoria el castigo a un niño inocente, hasta encarado en la dirección, y todo porque un travieso infante no dijo la verdad. ¡A JUICIO! (Ja, ja). Niño Lévano un abrazo de "perdón" no fue la solución, pero se quitó un peso de encima (de la conciencia), después de casi 40 años. La niña agraviada, con esa intacta sonrisa tuvo piedad, en fin, todos quedamos impactados con tan grande confesión (Ja, ja, ja!!). Queremos hacer memoria ahora: lo recordamos como un niño inquieto, llegando al colegio impecable, pero las canicas de todos los colores lo emocionaban y al suelo, de rodillas y no estaba solo tenía en ese camino a un inseparable compañero Pedro Pablo (de los picapiedras). Qué tiempos aquellos, en donde la inocencia no traía malicia.

Trataremos de entenderlo en esta etapa de la vida, hasta hoy su sonrisa y bromas no se borran, muy al contrario Ud. viene más reforzado, pero, todo esto trae el baúl, son los más preciados recuerdos de nuestros primeros años. 

Abandona las bromas cuando orgulloso menciona a su Familia, y se pone serio, melancólico, hasta se le cortan las palabras, y sí, sus ojitos brillan cuando nombra al más preciado tesoro, su joyita, todos ya lo sabemos, ella se llama Toyita. 

¡A celebrar entonces por este bonito reencuentro, a seguir soltando confesiones de niño. ¡A buscar al compañero inocente! y por último, a pedir permiso para estar siempre presente!