Grato, grato, ha sido el momento que pasamos
ayer, lleno de emociones, sentimientos, reencuentros, hasta reconciliaciones.
Se cumplió el objetivo, homenajear a nuestra primera Maestra, se cumplió la
misión, sin ser el uno, sin el otro quien llegue primero, sólo ella la
protagonista, la ganadora: MISS MARINA LANDA CISNEROS DE VALLADARES nos
convocó.
Desde el cementerio, la familia, nuestros
compañeros, la guitarra, las poesías, el gozo, la compañía. Ella no estaba
inerte en ese nicho, ella estaba viva en nuestros corazones con alegría. Cuando
Gutiérrez entonó una poesía dos mariposas hermosas se posaron en el papel,
todos coincidimos, donde haya vida, estás tú.
Todo empezó así, puntual y elegante Edgar
Gutiérrez llegó al Cementerio, también Castillo, Gonzáles Toledo apareció con gafas negras,
todos en silencio evocando, y sólo un instante faltó para mirarlo y
descubrirlo, tras esos lentes oscuros se escondía y aparecía nuestro compañero
de la infancia. Ahí estábamos: Linares, Lévano, Real Macedo, Castillo, Gutiérrez,
y yo representando al salón. Miss Alicia, nuestra también profesora, su hija,
emocionada, rompió en llanto con la canción AMOR ETERNO, inmediatamente miró al
cielo, brilló con sus pasos de danza, ella festejaba el cumple de su madre con
su arte. Finalizando la visita con unas palabras muy lindas y sentidas de Miss
Alicia Valladares Landa.
Ohhh llegar al San Fabián, la Sub Directora
Gladys Castro nos recibió, quién emocionada tocó la campana y apresurados todos
al patio, a la formación. Los alumnos seguían ingresando,
nuestro MIGUELITO BLANCO DÍAZ, lo imaginamos, apresuradito, con lonchera
amarilla (BASA) llegando. Dante Torales Landa, llegó con mamá (hermana de Miss
Marina), un poco serio, pero luego esa gran sonrisa apareció, y también
invitados, como el hermano de Castillo quien nos contó estudió en el San Fabián
y por supuesto su hijito Spyros quien atentó filmó y nos acompañó, pero en ese
encuentro, participaron todos, como obra de DIOS, desde el jovencito que
trabaja en el colegio, quien presto y atento hacía de fotógrafo también. Todo,
todo, un festín, espero no olvidarme de nadie, porque hasta nos acordamos de
waldo, ja, ja, seguro que sus ladridos desde arriba eran de alegría. Los baños
intactos, y gran impresión no entramos a conocer el de hombres, ja, ja, tan
marcado como en el ayer, sin poder acceder desde la niñez, (no podíamos pasar
la línea, ja, ja).
Grande fue la emoción cuando Miss María
Eugenia, con paso lento bajó, sigue viviendo en el colegio, nos recibió con satisfacción.
Miss Marina, gracias, sigue juntando el ayer con el hoy, qué maravilla María
Eugenia apareció, ya anciana y lúcida diría yo, me decían que no recordaba
algunas cosas, pero estoy convencida que los años no pasaron por gusto, se habrán
llevado algunos recuerdos de su memoria, pero el gusto de abrazarnos y sentirse
profesora ese día fue una gran alegría, inmediatamente ocupo su puesto, el
sonido de las palmas se juntaban con fuerza, ella dijo: ¡A formar! Alineen, a
ver metan esa pierna, aquí derechos por favor, alineen (ja, ja), me aproveché
del momento y dije, quiero ir al baño: ¡No se puede! Ufffffffff era una orden,
a formar, se puso seria, ji,ji. Luego, después de suspirar, dijo: ¡ROMPAN
FILAS! Y nosotros YEEEEEEEEEEEEEEEEEHHHH!!
La campana sonó tantas veces como nuestros
latidos, entre bromas, compartir, fotos y recuerdos la emoción crecía y yo
seguía mirando a Miss Alicia como sonreía.
Así el tiempo pasó, todos buscando fotos,
tratando de recorrer con los ojos cada pisada en el patio, miramos todo, y nos
dimos cuenta que el colegio no ha cambiado. Luego, fuimos invitados al salón
que gentilmente nos acomodaron, estaba al lado de nuestro salón, hoy es biblioteca, lo que me di cuenta es que las ventanas eran las mismas, por el calor me subí a
una silla para abrirlas y grande fue mi impresión, eran las mismas del ayer con macilla negra en los bordes. El
colegio y los recuerdos intactos, todo era maravilloso, un descanso, tanto así que Simón
Lévano se animó a dormir, ji,ji. Llegó P. Félix Moreno e hizo una paraliturgia que al extenderse se convirtió en la clase de religión, pronunció a Don Bosco, el santo de la juventud, hizo la oración de San Francisco: Señor, haz de mí un instrumento de tu paz. La
oración, la canción, la entonación, emocionado quedó cuando nosotros pedimos
cantar, como en catequesis: Y cantan los prados, cantan las flores con armoniosa voz y mientras que
cantan prados y flores yo soy feliz pensando en DIOS.
Mientras recorres la vida, tú nunca solo
estás, contigo por el camino, Santa María va…
Y así contaría cada detalle, como filmara cada momento, fue tan pleno, tan lleno de sentimiento, luego la despedida y nos cargamos, ji,ji, hasta Miss Eugenia al compartir,
lugar: LAS CANASTAS, en donde Pedro Pablo, se portó bien con
la recomendación. Real Macedo agasajó con su prosa y Gutiérrez, nuestro gran
Gutiérrez encantó con su atención y los traslados a la familia. Cabe recalcar que su madre estuvo presente, con los recuerdos de Coquito, del inmenso plato de avena, ja, ja, prometiendo también prepararnos a nosotros, una rica sopa, hey, pero con ingredientes importados, que ella los tiene.
Nos despedimos algunos. Celebramos otros con Sandro Guerrero,
descorchando la mejor de las botellas (traída por Guerrero Katita), la ocasión
era que nuestro gran DECLAMADOR entonaba a COCACHOS APRENDÍ representando a Nicomedes Santa
Cruz, con bigote ancho, que acomoda con firmeza, él era nuestro SANDRO, nuestro
artista, en medio de la promoción.
Para finalizar, Real Macedo gentilmente dejó a las niñas Guerrero, Linares y por
supuesto la niña Olivari, ji,ji, yo e hicimos uso de nuestros talentos, ja, ja, ja, cantar, ja, ja, con
Real Macedo y Guerrero entonamos alto en
el auto: UN SAPITO VERDE, VIVÍA EN UN RÍO, entre hojas y flores decía me río: ¡¡¡JA,
JA, JA, JA!!!.
Inmediatamente el
niño Real no quiso quedarse atrás y dijo: Yo tengo un lindo gatito, que se llama zapirón...
Miss Marina, somos obra suya, este momento se
cumplió, la de juntarnos (a los de allá y a los de acá) por su cumpleaños usted nos convocó.